Micro crítica: El filme que conquistó a la Academia

'Amor es puro Haneke, pero, al mismo tiempo, es algo que el austriaco no había hecho nunca: una película humanística, sin autoengaños, ni infecciones sentimentales. Una obra mayor y... problemática'.

Jordi Costa

Portada filme

Galardonada con el Óscar como mejor película de habla no inglesa, la última película de Haneke no deja indiferente a nadie.

Amor refleja la situación de Georges (Jean Louis Trintignant) y Anne (Emmanuel Riva), dos profesores de música clásica ya jubilados que viven en París. Anne sufre un infarto y parte de su cuerpo queda paralizado. El amor de la pareja será puesto a prueba, donde el marido tendrá que hacer frente al implacable deterioro físico y mental de su esposa.

El cineasta toca con acierto temas como la sexualidad en la vejez, la eutanasia y la labor del cuidador, puntos que pertenecen a nuestra vida cotidiana, pero de los que no se ven con frecuencia en películas por provocarnos cierta incomodidad.

El director convierte lo cotidiano en inquietante, pero al centrarse únicamente en sus dos personajes principales, da una calidez humana al relato. El relato en sí no es novedoso. Está tratando unos temas que tenemos muy presentes,  la enfermedad y la muerte, frente al sexo, que aunque tiene un papel pequeño, no es menos cierto que causa un gran shock al espectador.

Una película dura, paralizante, extraordinariamente emotiva e incluso roza la ternura. 

Siendo honesta, no estaba segura de recomendarla. Es una película que te obliga a sufrir desde el primer momento.

La encuentro extremadamente difícil de ver si algunos hemos tenido la mala suerte de tener un ser querido en las mismas circunstancias. Aún así, no puedo evitar pensar que Haneke es inigualable. Y es que conseguir horrorizar y emocionar al espectador a la vez, es todo un logro. Me gustaría hacer referencia a la habilidad de mostrar el amor de una forma menos idealizada, más real. Sin palabras, sencillamente increíble. Te replanteas si las demás películas que has visto anteriormente son realmente de género romántico.  

Es una película que te hace pensar y en la cual es inevitable no terminar con un nudo en el estómago.

Amour es sin lugar a duda una obra maestra.