¿Por qué somos una de las
profesiones peor valoradas? ¿Ha sido la mala imagen del periodista arrastrada
por la opinión pública de los políticos? ¿O tal vez por la poca preparación por
parte de las universidades? ¿Hay que tener el grado de periodismo para ejercer
como tal? ¿Será posible que las personas paguen por la información en una
sociedad en la que predomina la gratuidad? ¿Cuál es el futuro del periodismo?
Y esto es solo el principio de una serie de cuestiones
que se plantearon en el seminario ‘La reputación de los periodistas’. Un
seminario en el que no solo acudieron grandes profesionales como Ángel
Expósito, Alicia Gómez Montano o Ernesto Estévez, sino en la que los alumnos de
la URJC fueron especialmente activos, haciendo del seminario todo un debate.
El seminario, fragmentado en dos partes, no solo planteaba la reputación del periodista,
sino también su futuro.
‘No hay libertad sin
periodismo. El periodismo es la base de la democracia.’
La reputación del periodista ha sido dañada, eso nadie lo pone en duda, pero no es tan mala como todos creemos. Lo que ocurre es que tenemos más confianza en los médicos y profesores porque tenemos contacto con ellos, mientras que un periodista permanece en el anonimato. Eso causa desconfianza. Además, los ciudadanos han perdido la confianza por culpa de los últimos acontecimientos relacionados con la corrupción por parte de los políticos. Muchos culpan a los periodistas alegando que lo han ocultado, que eran conscientes de todo lo que estaba ocurriendo y que han incumplido sus obligaciones.
Otra de las razones, es que el periodismo se está
olvidando como tal y se está convirtiendo en entretenimiento puro.
Entretenimiento puro porque incluso en situaciones como el accidente de
Santiago, los llamados ‘periodistas’ no
tuvieron ningún pudor en mostrarlo todo con tal de conseguir una buena
audiencia e incluso llegar a emitir testimonios falsos. El buen periodismo
brilla por su ausencia. Y es que es una profesión que no se puede tomar a la
ligera. Es sacrificada, con una gran responsabilidad y sobre todo hay que ser
muy vivo.
Vivo porque la formación no solo debe quedarse en la facultad, sino
que hay que buscarla por uno mismo. Hay que tener una solidez en nuestros
conocimientos (aquí la especialización es muy importante, ya que es
prácticamente imposible que alguien sea muy bueno en todo, aunque hay que saber
defendernos en todos los campos posibles), aprender a cuestionar las
informaciones que nos ofrecen (no depender solo de la información que nos
proporcionan), a contrastar, a indagar, a buscar la imparcialidad y la
objetividad (no caer en el exceso de opinión, no somos jueces para juzgar lo
que está bien y lo que está mal. Se llega a confundir la información con la
opinión).
Otra cuestión que asocio a la baja credibilidad del
periodismo es la publicidad por parte de los propios periodistas. Somos
conscientes que es inevitable hacer publicidad, ya que principalmente los
medios viven de ella, pero ¿es necesario
hacerlo precisamente en mitad de un noticiario? Sin olvidar que no hablamos de
un spot, sino que el anuncio se produce justo en el mismo plató y solo somos
conscientes que es publicidad porque nos lo señalan en la esquina de la
pantalla. No hay que olvidar también grandes periodistas que patrocinan
productos o servicios a través de anuncios independientes. No tienen la misma
gravedad que el ejemplo anterior, pero utilizar la confianza que deposita la
gente en ese periodista para vender, me parece un hecho despreciable. No quiero
que se equivoquen con mis palabras, es cierto que estoy en desacuerdo
totalmente, pero soy consciente que si tus jefes te lo imponen y no tienes más
remedio, uno tiene que dejar su ética a un lado. En este mundo, hasta que uno
no tenga un nombre, no puede hacer otra cosa. Es cierto que hay que ser fiel a
uno mismo ante todo, pero tampoco quiero decir que ‘nunca lo haré’ cuando, como
bien dijo Ángel Expósito, si tienes otras obligaciones, no hay otro remedio que
agachar la cabeza.
Introduciéndonos en la evolución del periodismo, no
podemos ignorar que el lenguaje audiovisual tiene un papel fundamental en la
actualidad. Es un medio muy influyente porque muchas personas lo utilizan para
informarse.
Y eso se debe en su mayor medida a que las imágenes dan credibilidad
a los hechos. Pero con esto no quiero decir que los demás medios se vayan a
extinguir. Es cierto que se va a producir cambios, pero no sabemos hacia donde.
Los formatos cambian constantemente y nos enfrentamos también a una sociedad en
la que predomina la gratuidad, es decir, ya nadie está dispuesto a pagar por
informarse. Estamos acostumbrados a no pagar, por lo que no valoramos realmente
el esfuerzo que hay detrás. Una buena información es cara. Pero aquí se nos une
una contradicción, y es que ahora se necesita más información que nunca. Por lo
tanto, a la pregunta ‘¿habrá sitio para
todos?’, se responde con un sí rotundo. Y es que señalan que hay tanta
diversidad, que solo es cuestión de codos, voluntad y sobre todo ganas. Yo creo
que habría que añadirle suerte, porque creo (ya como opinión personal) que hay
más periodistas que puestos de trabajo, por mucha variedad que haya.
Para finalizar, hacer una breve conclusión propia.
Sabemos que es un oficio complicado, que hay muchas facultades de periodismo y
que cada año salen miles de graduados perfectamente cualificados al mundo
laboral, pero (a diferencia de la opinión del ministro de educación) soy de las
que opinan que sin vocación, nunca vas a ser feliz, ya no solo en tu trabajo,
sino en la vida en general. Por lo que, ¿realmente
merece la pena estudiar periodismo? Después de ir a este seminario, lo
tengo más claro que nunca. Claro que merece la pena. ¿Algo más gratificante que servir a los demás? Y de
eso se trata. Somos un servicio público, hecho para el pueblo, personas que van
a dedicarse a decir la verdad, la verdad pese a las consecuencias. No hay que
olvidar que el periodismo es un contrapoder, que es libertad en todo su
conjunto, y que es la base de la democracia.
El mal periodismo es por las medias mentiras que dicen los periodistas y la poca imparcialidad de muchos de ellos. Pero eso es también un reflejo de la sociedad inculto la cual este periodismo barato le come el coco con comentarios populistas que arrancan aplausos de un publico que deja mucho que desear.
ResponderEliminarNadie obliga a una persona a elegir una determinada cadena. Y no hay que olvidar que las cadenas privadas buscan beneficios, por lo que en cierto modo ofrecen lo que el público pide. Es muy obvio que no van a poner un documental sobre elefantes, si el porcentaje va a ser mucho mayor con un reality show. No todo es culpa del periodista ni mucho menos. No debemos generalizar.
ResponderEliminarEl periodismo se lo ha cargado, bajo mi punto de vista, el dinero. Partidos políticos que han comprado medios para que digan lo que ellos quieren. Por otro lado, muchos de los que se autodenominan como "periodistas" no son mas que "juntaletras". Hay una ley (o había, no se si está vigente) en la que se otorga la categoría de periodista a alguien que demuestre 5 años trabajando para un medio de prensa. Por eso los que son el cáncer de vuestro sector ma-tan por una colaboración cutre y bajuna en un programa de sobremesa. Si unimos todo, periodistas de buena reputación en medios nacionales importantes donde se ve quien maneja los hilos, y por otro lado, la "trupe" de GH y sus castas todas, pues encuentras que lo que el ciudadano tiene es una imagen bastante mala del periodista. Pero sois vosotros quienes tenéis que cambiar esa imagen. No es imposible.
ResponderEliminar¿No todos trabajamos para alguien? Es inevitable que cada medio tenga su propia ideología porque hasta uno mismo tiene una opinión personal. Es prácticamente imposible que uno sea objetivo, nuestra opinión siempre prevalece y eso sucede en todos los ámbitos. Es por eso que una persona elije un canal u otro, porque quiere escuchar lo que quiere oír. Con esto no estoy justificando a los medios actuales, pero que no toda la culpa recae sobre nosotros. Los propios espectadores u oyentes son los que tienen 'la voz cantante' y los que deben pedir una información transparente, en la medida de lo posible. Respecto a los llamados 'periodistas'... Eso ya es un terreno pantanoso y muy subjetivo... La cuestión es que ya uno se considera periodista simplemente por aparecer en algún medio, aunque no haga nada relevante. Pero es lo mismo que he dicho antes... seguirán habiendo ese tipo de programas si hay audiencia y eso es así. Por mucho que luchemos por un periodismo de calidad, si la gente no responde, no hay nada que hacer.
ResponderEliminarEse tipo de programas al que te refieres existen por falta de cultura. Y como el señor Wert siga así, de aquí a unos años se habrán duplicado. No pienso que un periodista pierda la objetividad por tener una opinión personal. El profesional deja a un lado su pensamiento para mostrar la información mas veraz. Pero si el periodista puede perder el puesto de trabajo es muy posible que siga las directrices impuestas desde la cúpula del medio donde trabaja. ¿Objetividad o supervivencia?
ResponderEliminarTodos esos programas existen en todos los países. Dudo mucho que sea solo por falta de cultura, porque del estilo 'Jersey Shore' de MTV no se escapa nadie. Tampoco creo que todos los programas deban tener la finalidad de formarse... Cuando uno llega (en mi caso) de la facultad, no me apetece coger un libro, sino ver alguna serie, simplemente para desconectar. Lo que no se puede hacer es que giremos entorno a un programa de ese estilo.
ResponderEliminarEs cierto lo que dices, pero... ¿por algo será que pertenece a ese medio no? A veces, cuando se empieza, es cierto que es mera supervivencia, puede que no estemos donde nos gustaría estar y necesitamos de qué comer, pero dudo mucho que todos estén por lo mismo. Y se nota perfectamente en los artículos de opinión porque ahí por lo general no manda ''la cúpula'' porque son periodistas de renombre. O será porque he hablado con algunos y me he creído.
Con mas de un mes de retraso, pero te respondo... :D
EliminarLlevas razón, debe haber programas de entretenimiento, pero creo que con ciertos limites. No puede (o debe) ser mas mediática Belén Esteban que Pedro Piqueras (por poner un ejemplo).
Ayer leí una noticia y me acordé de lo que estamos hablando de mal periodismo:
http://www.horasurdigital.com/2013/12/26/la-junta-no-da-un-euro-para-prevenir-inundaciones-en-algeciras-pero-si-en-larache-marruecos/
Todo estaría perfecto, a no ser que ese cartel que anuncia un plan de reformas en Assilah no fueran de unas obras acometidas en la zona, del año 2003 al 2007. Pero es que voy mas lejos... la misma foto ya se utilizo hace mas de un año por otro medio.
http://www.abcdesevilla.es/andalucia/20121121/sevi-freno-riadas-marroquies-201211202058.html
Aqui, los planes de cooperacion con sus años. http://www.juntadeandalucia.es/fomentoyvivienda/portal-web/web/areas/cooperacion/texto/0cbffb85-b44b-11e0-90b3-555105b916a8#marruecos