Micro crítica: Her

Por diversas razones que ya publicaré en este blog, no pude escribir algún que otro post por un tiempo, pero quería demostrar con este pantallazo que vi la película antes de los Premios de la Academia y que... ¡estaba en lo cierto! (Para alguna que acierto, habrá que celebrarlo)

Película que muchos han dicho que esta muy sobrevalorada, pero que a mi, personalmente, me ha encantado. Her no es simplemente una estética bonita, va mucho más allá. Nos habla del amor y del desamor, de asimilar una ruptura, de la dificultad de decir adiós, pero esos temas son los más superficiales. Lo que hacen de esta película lo que es, se debe a esa visión futurista (pero nos hace creer que se trata de un futuro bastante próximo, ya que vemos constantemente en la película escenas de toda la población hablando con el móvil y sin socializarse con el resto) que nos plantea cuestiones tan complejas como la capacidad sensorial del ser humano y lo que no es humano, enseñar la evolución paralela de este con el entorno y sus respectivos cambios.

Cartel

Theodore, un hombre solitario a punto de divorciarse, trabaja para una empresa como escritor de cartas para terceras personas. Decide comprarse un ordenador con un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artifical, por lo que se adecua a sus necesidades y gustos. Para su asombro, se crea una relación romántica entre él y Samantha, la voz de ese sistema operativo.

Parece completamente de locos que una persona real se enamore de un sistema operativo. Pero, ¿acaso no ha habido personas que se han enamorado por sistema de cartas y sin haberse visto antes? El director nos quiere hacer comprender que la idea de querer está en la mente, en las sensaciones y sentimientos que nos transmite esa persona, ya sea humana o no. Todo se resume en como nos sentimos cuando nos habla esa persona, en su actitud al enfrentarse a la vida, sus actos y comportamientos, etc. No hace falta un cuerpo físico para transmitir todo eso. ¿Acaso esas ganas de vivir que tiene Theodore después de conocerla no son algo real? Si te hace sentir, es real.

Samantha gracias a Theodore crece como ser. No está programado para ello, pero experimenta nuevas sensaciones que van aumentando con el tiempo y a su vez, esa necesidad de avanzar constantemente. 

Y es que esta película nos deja frases tan espléndidas como esta: 'Enamorarse es una forma de locura socialmente aceptada'. Una verdad tan obvia que no hemos llegado a plantearlas o reflexionar sobre ellas. 

Interpretación fabulosa de cada uno de los actores. Destacar sobre todo la de Scarlett Johanson, ya que demuestra que sin salir en pantalla, se puede hacer un buen papel. ¿Y qué decir de Joaquín Phoenix? Nos roba el corazón con su personalidad. El bigote, esas gafas que le dan un toque ochentero, una sonrisa tímida y sus dulces palabras. De sus mejores interpretaciones sin duda. Me llega a emocionar enormemente. 

Joaquín Phoenix en el papel de Theodore

A lo largo de la película, consigue tanto entristecerme como aspirar a comerme el mundo. Y su oficio, es lo que más me impactó. ¿Dejará de existir el romanticismo? ¿Ya ni seremos capaces de escribir una felicitación de cumpleaños a nuestros padres? En la película, Theodore escribe esto en una de las cartas:

'Rachel, te extraño tanto que me duele en todo el cuerpo. El mundo está siendo injusto con nosotros. El mundo está en mi lista negra. Como esta pareja que se besa frente a mí en el restaurante. Creo que tendré que emprender una misión de venganza y golpear al mundo en la cara con mis nudillos hasta convertirlo en una pulga sangrienta. Y le patearé los dientes a esa pareja que me recuerda tu pequeño diente torcido que amo tanto.'

Detalles como ese diente torcido es lo que hace que me den escalofríos. Y es que Theodore sabe lo que dice. ¿Hasta qué punto puede llegar a conocer una persona desconocida a otra? Ahora con Internet, es posible averiguar cualquier cosa de una persona, pero... ¿vamos a tener que llegar a ese extremo? ¿La gente estará tan ocupada que no tendrá tiempo para el amor? Me da a entender que dentro de unos años, no existirá el concepto de amor que hoy en día conocemos, sino que se convertirá en algo puramente artificial (si ya en la actualidad no lo es un poco). Es triste, porque considero que esta película refleja algo que puede suceder en un futuro muy próximo y lo cierto es que eso me aterra.