viernes, 28 de marzo de 2014

La mejor serie de todos los tiempos












Friends es la mejor serie de la historia y no admito discusión alguna. 

A pesar de sus diez temporadas en antena, Friends no ha bajado su listón en ningún momento. ¿El motivo de su éxito? Entretenimiento puro. Friends es más que la típica comedia estadounidense. La trama es interesante, los actores son inmejorables, la originalidad abunda en cada una de las diez temporadas y los guionistas consiguen que nos sintamos parte de la historia, que consideremos a todos los personajes de Friends como de la familia.


El surrealismo de Phoebe, la torpeza e ingenuidad de Ross, el infantil de Joey, el perfeccionismo casi enfermizo de Mónica, el pijerío de Rachel y el sarcasmo de Chandler. Los seis personajes principales de la serie son muy diferentes entre sí, tienen una personalidad muy marcada, pero es inevitable, aún teniendo preferencia con alguno, llorar y reír con cada uno de ellos. Su mayor logro sin duda es que ha conseguido que los espectadores se evadan de sus preocupaciones durante el capítulo, que no duraba más allá de 20 minutos. Y es que por mucho que digan, Friends no plasma la realidad. En Friends todo tiene solución, mientras que en la vida real no todos los problemas lo tienen. 

El elenco al completo
Friends triunfó y sigue triunfando. Estoy completamente segura que aunque pasen 40 años, seguirá siendo todo un referente. He visto tantas veces esta serie que me sé algunos diálogos de memoria. Me pasa exactamente igual que con Frasier. Ambas series son capaces de hacerme reír hasta llorar, y lo mejor de todo es que esa sensación no acaba nunca. La repetición cuarta te produce las mismas sensaciones que la primera. Tal vez veáis un poco extraño ver una serie una y otra vez, pero no os lo resultará tanto cuando os plantee la siguiente pregunta: ¿cuántas veces habéis visto el mismo episodio de Los Simpsons

Mi hermana y yo engañábamos a mi madre (¿alguna madre que le guste esta serie?) cada vez que empezaba a la hora del almuerzo diciendo que era un episodio nuevo, porque si era repetido, mi madre se apoderaba del mando. Al principio colaba, ya después mi madre nos recitaba los diálogos de cada uno de los personajes. Pues lo mismo me pasa con Frasier, Sexo en Nueva York y Friends. Mucha gente opina que la causa de esa continua repetición se debe a que anhelas vivir una vida semejante. No es del todo cierto. Es verdad que me gustaría tener un armario como el de Carrie, pero, ¿qué mujer querría estar todo el día en tacones? Y no me vengáis algunas que es vuestro mayor sueño porque estoy segura de que sois las típicas que ponéis en el twitter que quitarse los tacones después de una noche de fiesta, es similar a un orgasmo. 

Friends es una serie que te sirve para desconectar si tienes un mal día o que solo te apetezca estar en cama. Ahora soy de las que recomiendan ver otra serie (que hay algunas muy buenas), que repetir constantemente, pero reconozco que hay ciertas series que ya forman parte de tu vida y que en cierto modo, han contribuido a nuestra propia madurez. Yo crecí con esta serie. Aprovecho y hago un llamamiento a mi padre. Ya llevo algunas navidades pidiendo la colección de esta serie, ¿qué tengo que hacer para tenerla debajo del árbol? Dejando las bromas a un lado (lo decía muy en serio), si alguien no la ha visto, no sé a qué está esperando. He recomendado series tremendas, pero esta es inigualable. 

2 comentarios:

  1. Hola Laura
    Ante todo, buen trabajo, me gusta el contenido. Te invito a leer mi blog http://hlinakag.wordpress.com/ y su twitter @FondodelaCopa

    Igualmente, te invito a hacer un intercambio de enlaces de tal manera que tu blog lleve al mio, y del mio al tuyo

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    1. ¡Me alegro que te guste! Tengo entendido que Google penaliza aquellos blogs que se intercambien enlaces. Aún así, no tengo problema en visitar tu blog.

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